Los jóvenes de Todo Mono. Foto: Del Autor

La Habana, Cuba.- Recientemente se desarrolló en La Habana el VII Diplomado Internacional Medios para Comunicar el Patrimonio, que auspician la Oficina del Historiador de La Ciudad, el Instituto Internacional de Periodismo José Martí y la Oficina Regional de la UNESCO en Cuba

Allí asistieron profesionales de varias provincias del país y de otras naciones como México, Panamá, Colombia, Chile, Perú y Argentina.

Los participantes intercambiaron experiencias sobre Patrimonio, y una de las más interesantes llegó de la mano de dos jóvenes colombianos que trabajan para preservar la cultura de su país.

Fernando Vengochea Aguirre, de 38 años, residente en Barranquilla contó que desde hace 10 años tienen una iniciativa de activación cultural y patrimonial de la ciudad.

“Nos encanta trabajar con la comunidad, con el mismo barranquillero, y el objetivo es conectarlo con la ciudad. En ocasiones vemos que está alejado, y nos basamos en la premisa de que nadie quiere lo que no conoce, por eso se nos ocurrió acercar la ciudad al ciudadano para que, a partir de ahí, esa interacción de frutos. Al proyecto le denominaron Todo mono, pues en Colombia, además de significar rubio, mono es entendido como bueno”.

¿Cómo se les ocurrió Todo mono?

Johnny Insignares Cadena, de 33 años, explica que en el 2006, luego de varios proyectos en instituciones culturales de Barranquilla, advirtieron que la camiseta era un poderoso elemento comunicativo, y a veces ni los mismos que las llevan saben lo que expresa, ni se dan cuenta de que no los representa, pues llevan imágenes de otras ciudades y una iconografía totalmente extranjera.

Pensaron que sería interesante tomar lo popular, lo cotidiano, como el vendedor ambulante, el nombre de un bus, el bar de una esquina, y llevarlo a las camisetas, o sea, elementos que realmente se relacionan con la identidad de lo que uno es.

“Comenzamos a diseñar camisetas inspiradas en motivos muy diversos de la ciudad de Barranquilla; alguien siempre dijo que no iba a pegar porque solo lo iban a entender los locales y lo interesante ha sido que usando el diseño, tanto un extranjero como uno de Barranquilla, porta la camiseta y se interesa por el nombre de un barrio o de una ruta, y eso ha sido muy bueno”.

Johnny afirma que, a partir de sus camisetas, ganaron el premio Lápiz de Acero en el 2009, que es el más prestigioso en diseño de Barranquilla pero a nivel nacional y es muy centralizado, pues siempre se lo ganan creadores del interior del país.

¿Qué significó para Todo mono obtener ese lauro?

Fernando explica que hoy, a 10 años de haber iniciado el proyecto, tienen una filosofía clara sobre lo que hacen, y han creado rutas por la ciudad que nacen a partir de las investigaciones realizadas para diseñar las camisetas, y tienen guías que las conducen, eso ha ido creciendo, y ya son una agencia publicitaria.

“Por ejemplo hacemos la ruta del Mercado y tenemos un chef  reconocido y él es el guía de esa ruta; hay mucha gente que va al mercado y ni se fija en su estructura, entonces él les muestra la arquitectura que posee y también los productos que se pueden utilizar para los diferentes platos típicos”.

A Johnny  y Fernando los reconocen en Barranquilla por las prendas, ya hoy tienen 2 tiendas, y en ellas pueden encontrarse diversos productos inspirados en temáticas de la ciudad.

Fernando explica que en septiembre, cuando en Colombia se celebra el Mes del Patrimonio,  en la tienda tienen un espacio para conversatorios, que se llama A calzón quitao, e invitan a personas que conocen a la ciudad de muchas maneras para que transmitan sus conocimientos.

Agrega que el año pasado comenzaron un festival que se llama “No conocí el Palma” para aportarle más a la vida cultural de la ciudad. “A lo largo del año Barranquilla tiene diferentes eventos, apunta,  y queremos entrar en la agenda de la ciudad con un festival insertado en el patrimonio y la idea es que sea atractivo, creativo, de diseño, de arte, pero enfocado al tema patrimonial”.

¿Por qué No conocí el Palma?

Fernando y Johnny explican que la cita lleva ese nombre porque el Palma fue un edificio mítico en la ciudad, adornaba el final del Paseo Bolívar, que es como el centro de Barranquilla, y todo el que lo conoció dice que era una construcción hermosa, hecho en los años de 1930 y lo demolieron en los 50 para ampliar el Paseo Bolívar.

El festival es una especie de reclamo porque hay muchas generaciones que se están perdiendo cosas emblemáticas de la ciudad por el afán del modernismo.

Este año el evento será del 2 al 30 de septiembre, y habrán conferencias, Fernando y Johnny tomarán la ciudad usando múltiples espacios patrimoniales que están abandonados, su idea es que las personas los reconozcan, se apropien de ese patrimonio.

Ellos se proponen sacar al barranquillero de su zona de confort , no solo con charlas, sino también con lanzamientos de libros, fiestas, funciones de teatros, los convocarán a tomar un café en la torre de una iglesia abandonada, allí prepararán un espacio de diseño, y la gente se tomará un café de una manera distinta, y de eso se trata, de tomarse el patrimonio de diversas maneras y crear arraigo y apropiación.