La Habana, Cuba.-  La adolescencia es una etapa relevante en la vida de los seres humanos. El joven, después de haber completado su función reproductiva y determinarse como individuo único, va definiendo su personalidad, identidad sexual y los papeles a desempeñar en la sociedad donde vive.

Pero durante la adolescencia también acechan peligros, y entre ellos se encuentra el abuso de las bebidas alcohólicas. Así afirmó el doctor Alberto Quirantes, jefe del Servicio de Endocrinología del hospital Salvador Allende, en La Habana.

Señaló que el motivo esencial de consumir alcohol en demasía durante esa etapa casi siempre son las frecuentes reuniones con consumidores, de ahí la necesidad de mantener el control de los adolescentes por parte de los padres, para orientarles las mejores compañías.

Un camino adulterado

El doctor Alberto Quirantes dijo a la Revista Semanal de Radio Reloj, que en la adolescencia, lamentablemente, es cuando comienza el proceso de conversión hacia futuros adictos, pues el niño en plena transformación enfrenta cambios cruciales en su vida, pero sin contar apenas con alguna experiencia de vida.

“La presión social sobre esos jóvenes por parte de grupos poco recomendables es muy fuerte y pueden enfrentarse a situaciones donde aparentemente se afecta su autoestima”, agregó el también Master en Ciencias.

Eso provoca en ellos tensión, angustia y en muchas ocasiones frustración, lo que es resuelto ante sus congéneres mediante la ingestión grupal de las bebidas alcohólicas, la cual como un detonador, puede manifestarse de modos muy destructivos.

Evitar un comienzo explosivo

La familia desempeña un papel fundamental en cuanto al control de adolescentes y jóvenes que sostienen una adicción al alcohol, por eso son esenciales su ejemplo y firmeza.

Sobre ello, afirmó el doctor Alberto Quirantes que los límites son indispensables porque marcan y definen los parámetros y es dentro de ellos donde se pueden desarrollar y divertir los jóvenes.

“La mejor forma de apoyar y de ayudarlos es mantenerse cerca de ellos desde los primeros años de su vida”, subrayó el doctor Quirantes.

Concluyó que cuando en la adolescencia temprana se  percibe a la familia presente y pendiente de cada uno de sus pasos, además de fuente de buenos ejemplos, ellos tienen una propensión mucho menor a desarrollar el hábito de consumir alcohol.

Etiquetas: -