38 Festival de Cine. Foto: Sitio web del evento.

38 Festival de Cine. Foto: Sitio web del evento.

Entre los chinos el número ocho simboliza la buena suerte. También en el famoso caduceo de la mitología griega las dos serpientes entrelazadas representan un ocho y son insignia del equilibrio entre fuerzas antagónicas. Para muchos ese dígito es también una forma de encarnar “el infinito”. Y por estos días el número ocho ronda -y de qué manera- a los amantes del séptimo arte.

Cartel promocional. Foto: Sitio web del evento.

Cartel promocional. Foto: Sitio web del evento.

Cartel promocional. Foto: Sitio web del evento.

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El próximo ocho de diciembre, a las 8 de la noche, en el teatro Karl Marx, quedará inaugurada la 38 edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, con la proyección de la película argentina de este año “El ciudadano Ilustre”.

El Festival rinde homenaje al cineasta cubano Julio García Espinosa, al tiempo que se une a los festejos por los 30 años de la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños, institución a la que entregará un Premio Coral especial, máxima distinción que otorga este evento.

Tres largometrajes cubanos concursaran este año en la categoría largometraje de ficción Últimos días en La Habana, del destacado realizador Fernando Pérez; Ya no es antes, de Lester Hamlet y la última producción de Enrique Álvarez, Sharing Stella.

“Esta vez, por estrategias y por necesidades, se redujo el programa del Festival, aun así, la cantidad de obras en concurso no difiere demasiado a la del pasado año”, afirmó el presidente del evento Iván Giroud en la primera conferencia de prensa sobre esa cita.

Jorge Martínez en la cinta Últimos diaz en La Habana. Foto: Tomada de Escambray

Por tanto, en competencia habrá 18 largometrajes de ficción, 22 cortos y mediometrajes, 18 óperas primas, 26 documentales, 27 animados, 25 guiones inéditos y 24 carteles.

Una de las novedades, y quizás la de mayor importancia teniendo en cuenta su impacto post festival es el espacio “Clásicos Restaurados”, que pone a disposición del público obras maestras del cine cubano que se han restaurado para garantizar su supervivencia ante el paso de los años.

Este apartado exhibirá las cintas El retrato de Teresa, Memorias de subdesarrollo, Una pelea cubana contra los demonios y Los sobrevivientes.

El director de la Cinemateca de Cuba Luciano Castillo, explicó a Radio Reloj que esta sección responde a la impostergable necesidad de preservar el patrimonio fílmico, no solo cubano, sino de toda el área y añadió que muchos países del continente han emprendido iniciativas en este sentido y Cuba es uno de ellos.

El director de la Cinemateca de Cuba Luciano Castillo.

“Trabajamos con la colaboración de entidades especializadas de todo el mundo, porque cada día que transcurre sin que se preserve el patrimonio, es un día que atentamos contra ese patrimonio que es de las generaciones futuras”, apuntó Castillo.

Igualmente afirmó que esta es una línea de trabajo que seguirá el Festival, no solamente con la exhibición de estos filmes, sino también con la realización de un coloquio sobre la importancia de la restauración de los clásicos del cine latinoamericano, en el que participarán especialistas de la academia de Hollywood, de la cinemateca de Boloña y de la región.

Otra de las fortalezas de este 38 Festival de Cine es el reconocimiento –expresado por su presidente- de la necesidad de atraer un público joven.

“Sabemos que el Festival tiene sus seguidores fieles, aun así estamos en la obligación de crear estrategias para que las nuevas generaciones que todavía no se vinculen al Festival, lo hagan en algún momento”.

Como ocurre cada año, la cita recibirá a importantes personalidades del mundo del cine, entre ellas la actriz brasileña Sonia Braga, quien estará por primera vez en Cuba, y el realzador norteamericano Oliver Stone, quien presentará su película Snowden, basada en la vida de Edward Snowden, antiguo empleado de la CIA que reveló muchos de los programas de vigilancia cibernética del gobierno norteamericano.

El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano es uno de los eventos más importantes de su tipo en la región y desde su primera edición, abierta el 3 de diciembre de 1979, ha servido de plataforma para aquellas películas que distan de los estándares de Hollywood, además de contribuir a difundir y fortalecer el quehacer cinematográfico de la región. Sin embargo, para la realidad cubana, el Festival es mucho más.

La cultura nacional –como expresión de la sociedad misma- atraviesa un periodo complejo, marcado –entre otros aspectos- por la banalización de contenidos en todas las manifestaciones y la reproducción de patrones foráneos, lo que hace que los públicos parezcan cada vez menos inteligentes y más estandarizados.

Durante cada edición, con aciertos y equivocaciones, con películas de más o menos calidad, el Festival le da vida a los cines de La Habana, que parecen dormidos el resto del año, y las colas interminables en las principales salas demuestran que a la gente todavía le gusta el cine.

Y si de películas cubanas se trata, aun cuando en muchas ocasiones sobren los desnudos, las palabras obscenas y los guiones pobres, todo el mundo quiere ver la “nueva cinta”. Todo el mundo quiere ver cómo quedó retratada su realidad. Todo el mundo quiere ver si encuentra su historia en el guion que alguien escribió para todos. Y esa también es una forma autóctona de defender nuestra cultura.

Seguramente, este año, los cines también estarán llenos hasta el día 18 de diciembre, día en que culmine el principal rollo de los cinéfilos cubanos.