La Habana, Cuba.- Tal vez te parezca una letanía escuchar sobre los males que causan las adicciones, pero es bueno que lo escuches una y otra vez.

Lo retendrás en tu memoria, para cuando alguien intente ofrecerte alguna sustancia psicoactiva, le propines un “NO” rotundo; no importa si ciertos amigos te presionan o te tildan de cobarde por no probar.

Al contrario, si dices NO al alcohol, los cigarrillos y otras drogas, demuestras que eres muy inteligente y también valiente, pues defiendes tu criterio y tu salud.

En cuestión de adicciones, hay que cuidarse, y ni siquiera “probar” por aventura, porque el que cree estar firme, puede caer. Las drogas provocan dolor y destrucción familiar, y al consumidor le causan depresión, dependencia, desconsuelo y desolación.

Otros destrozos

Las drogas provocan descontrol y desorden emocional, además, el adicto se siente desechado y desamparado, aunque no lo esté.

Debido a los daños psico-sociales que le causa el consumo, se hunde en la depresión y los deseos suicidas. También pierde el amor y el respeto por sí mismo, y entonces se vuelve desaseado, pues ya no le interesa lucir bien.

Añade a esto los daños colaterales de las drogas, y es que a diario escuchamos noticias del mundo sobre accidentes, crímenes y violencia asociados al narcotráfico y al consumo, y en los que abundan las víctimas inocentes.

Piensa si vale la pena volverse adicto (que es una enfermedad), desvinculado de estudios y trabajo, desgreñado y con la ropa sucia, y desorientado, sin saber qué hacer con tu vida; eso y más es la droga, destrucción y deceso.

Redactó: Gretel Heredia

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