Según informes de la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren cerca de medio millón de personas como resultado de la exposición pasiva al humo de tabaco.

En nuestro país, a pesar de las múltiples regulaciones existentes y las constantes campañas educativas, el 54 por ciento de las familias están expuestas a ese ajeno humo.

Diversos estudios aseveran que 30 minutos de exposición a ese agente contaminante bastan para que las arterias de nuestro organismo registren alteraciones en su funcionamiento.

Los males que produce el tabaquismo pasivo se acumulan a lo largo del tiempo, y es incluso tan dañino como el humo que inhala el fumador, porque contiene mayores concentraciones de sustancias perjudiciales.

Daños acumulativos

Un reciente estudio reafirmó que cualquier grado de exposición al humo de segunda mano es dañino para el organismo. Además, se comprobó que la sangre de fumadores pasivos expuestos repetidas veces a humo de cigarrillo durante 12 días tenía las mismas características de la de fumadores regulares.

Alteraciones respiratorias, cardiacas y OTORRINO-LARINGO-LÓGICAS, son visibles efectos de fumar involuntariamente.

También el riesgo de padecer cáncer de pulmón se incrementa en un 30 por ciento para los hombres que nunca han fumado.

A pesar de que en nuestro país existen normas jurídicas para la regulación y el control del tabaquismo, es imprescindible una Ley sobre la Prevención y el Control de ese mal, que exija legalmente contra ese dañino flagelo para la salud humana.

Visibles deteriorados en un fumador

El tabaquismo continúa siendo una de las causas de muerte prevenible más frecuente en la población.

Diversas investigaciones han identificado más de 4 000 elementos químicos en el humo del tabaco, y está demostrado que al menos 60 de ellas son cancerígenas y producen efectos devastadores en la salud.

Se estima que la adicción al tabaco reduce una media de 22 años la esperanza de vida de una persona; y aunque sus efectos se producen de forma progresiva y están directamente relacionados con el tiempo de duración de la adicción, las consecuencias son demoledoras desde la primera calada.

Muchas son las razones para dejar el consumo de cigarro, conocer sus riesgos para la salud ayuda a descontinuar el dañino hábito, pero lo ideal, como aseguran los especialistas, es no empezar.