Tener conciencia de la nocividad del tabaco no es suficiente para que las personas dejen de fumar, por ello algunos especialistas sugieren estrategias sencillas para ayudar a decidir cómo abandonar el dañino hábito.

Lo primero, apuntan, es identificar un motivo para dejar el vicio, porque en la población general el grupo de no fumadores es la mayoría. Por ejemplo, indican, que si tiene que viajar urgente y sabe que en el ómnibus no debe fumar, ¿preferiría demorar la llegada a su destino solo por saciar su adicción?

Después de reflexionar puede darse cuenta de que el acto de fumar no es imprescindible para la vida, pero si decide priorizarlo puede exponerlo a situaciones que no son propiamente de bienestar.

Muchas son las ventajas que transmite a niños y jóvenes el ejemplo de no fumar, y si se lo propone verá que puede dejar de hacerlo, y con ello ganar bienestar y salud.