El árbol del mamey, que pertenece a la familia de los zapotes, se ha cultivado por años en climas tropicales, siendo Cuba y Jamaica los lugares más comunes para su comercio y aunque en
la mayoría de lugares en el mundo es conocido cómo mamey, su fruto, según el país, es también es llamado, otere, abricote o zapote.

Ese fruto, además de tener un delicioso sabor, se le atribuyen propiedades antibióticas, es rico en vitaminas A y C, por lo tanto es favorable para combatir enfermedades respiratorias, y ya que su pulpa está compuesta en un 72 por ciento de agua y un 28 por ciento de fibra, el mamey es usado como un efectivo remedio en enfermedades digestivas y problemas de estreñimiento.

En nuestro país la temporada de recolección temprana del mamey inicia en marzo, pero es durante abril, mayo y junio la mejor época para su consumo.

El mamey: beneficios insospechados

Aunque en nuestro país solemos pintar nuestros días de verde con el mamey, en batidos  principalmente, no son muy conocidos los beneficios de esa fruta en la estética.

Al rayar la almendra o hueso de mamey se realiza una crema con unas cuantas gotas de limón, dicho aceite es empleado en productos de belleza, con propiedades antibióticas y desinflamantes y muchos beneficios, como por ejemplo, para lograr que crezcan las pestañas: se aplica directamente la crema en ellas dejando que actúe alrededor de 15 minutos y luego se enjuaga con abundante agua.

Otro curioso beneficio es en la cura de las espinillas: se lava bien el cutis ser, se aplica la crema sobre los granos durante una hora y posteriormente, se retira con agua tibia.

El mamey sirve, incluso, para fijar los dientes postizos, la resina no los deja desprender de su lugar.