Nativo de México y América Central, el árbol de aguacate promedio produce unas 120 frutas al año. Contrario a lo que se piensa, la grasa que contiene el aguacate no es perjudicial, protege contra enfermedades del corazón y baja el colesterol malo.

Además, el aguacate como fruta ayuda a dilatar los vasos sanguíneos lo cual permite que la sangre fluya mejor. A su vez, ayuda en el crecimiento y la reparación de la masa muscular por contener una buena cantidad de proteínas, potasio y zinc. Como si fuera poco, el aguacate mejora el sistema inmunológico y colabora en el buen funcionamiento del sistema nervioso.

Al ser una fruta rica en ácido fólico se le recomienda a las embarazadas. Los aguacates son una buena fuente de vitamina B-6, vitamina A y vitamina E. Esta fruta podría proteger contra la artritis reumatoide, la diabetes y contra el cáncer de pulmón.

No es un vegetal

El aguacate como no es dulce, muchas veces pensamos que es vegetal cuando en realidad es una fruta. Algunos países latinoamericanos pintan su día de verde con batidos y helados de aguacate, aunque en Cuba pueda parecer extraño.

En temporada de aguacate, que dura de mayo a noviembre, solemos verlo como ensalada en la mesa criolla, sin embargo, también tiene buenos efectos para la estética, previniendo el envejecimiento de la piel y protegiendo el cabello.

Una forma de emplearlo en estética es como sin fuera una mascarilla para el rostro, para mejorar las lesiones por quemaduras de sol y también para atenuar las arrugas, se realiza fácilmente machacando la pulpa hasta hacerla un puré; después se aplica por toda la cara y se deja actuar por 10 minutos. El aguacate nutrirá la piel con vitamina E y le dará humedad y elasticidad.

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