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Cuba tiene una de las tasas de detección prenatal de diagnóstico de cardiopatías congénitas más alta del mundo, con más del 90 por ciento de sospecha, aseveró un experto del habanero cardiocentro William Soler.

Ese índice, que se desarrolla desde los municipios, se debe a la labor mancomunada de genetistas, cardiólogos, pediatras, ginecólogos y otros especialistas.

Cada día esos resultados en el William Soler son mejores, gracias al trabajo conjunto del Programa materno-Infantil, de la Red de Genética Médica y de la Red Cardiopediátrica que lidera esa institución.

El Programa de Diagnóstico Prenatal de Cardiopatías ha contribuido a disminuir la tasa de fallecidos del referido hospital, a pesar de tener enfermedades del corazón críticas del recién nacido en un tercio de los pacientes, con lo cual también ha ido disminuyendo la mortalidad infantil del país.