Entre las orientaciones contenidas en la Guía Familiar para la Protección ante Ciclones Tropicales se expresa que ante la proximidad de un huracán, los pobladores deben conocer el lugar de evacuación estatal o vivienda donde está prevista la ubicación de las familias.

Además debe evitarse el desplazamiento en la noche y bajo la influencia de los vientos, lluvias o inundaciones; también se incluye que se desinstalen antenas y paneles solares, y en el caso de los depósitos de agua ubicados en el techo amarrar bien sus tapas.

Guía Familiar para la Protección ante Ciclones Tropicales señala que en las zonas rurales, al asegurar los techos de cubierta ligera, deben protegerse con sacos de arena, tierra, o con amarres de alambre.

Aclara el texto dedicado a la protección de la familia ante huracanes que no se debe salir del lugar de protección hasta que no concluya el paso del ciclón.

Medidas de estricto cumplimiento

La Guía Familiar para la Protección ante Ciclones Tropicales puntualiza que en caso de evacuarse es necesario preparar un bolso o mochila de la familia para situaciones de desastre con medios y recursos indispensables.

También se debe establecer la forma de garantizar a personas discapacitadas, de la tercera edad, niños y embarazadas, los medios para facilitarle su movimiento, permanencia y necesidades básicas durante su protección en lugares seguros.

La Guía Familiar para la Protección ante Ciclones Tropicales recomienda que en las mochilas familiares de evacuación deben incluirse los medicamentos prescritos para el tratamiento de enfermedades, y en provisión razonable.

Recomienda también alejarse de los lugares con peligro de derrumbe o deslizamiento y no regresar a la vivienda en que se reside si está dictaminada desde tiempos normales con peligro de derrumbe.