Al concluir el año 2016, el 19.7 por ciento de los habitantes de Cuba, aproximadamente un quinto de la población, tenía 60 años o más, y según vaticinan los demógrafos, para el 2030 esa cifra ascendería a un 25 por ciento, o sea, un cuarto de los cubanos.

El número de adultos mayores en la Mayor de las Antillas se ha incrementado en más de 400 mil personas, aunque los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), solo incluyen el llamado Período intercensal, que corre entre los años de 2002 a 2012.

Juan Carlos Alfonso Fraga, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo. Foto Raúl Menchaca

“Vivimos en un país envejecido producto de una transición demográfica muy avanzada, así como una disminución de la mortalidad y de la fecundidad, parámetros positivos si se tienen en cuenta que forman parte de un desarrollo social alcanzado en la condición de la mujer, en los avances educacionales, en la salud, entre otras esferas”, asegura el director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo, Juan Carlos Alfonso Fraga.

Una cuestión importante en el proceso de envejecimiento en el país es que se ha comprobado una tendencia a la reducción del número de hijos en los períodos comprendidos entre 1970-1975 y 1990-1995 cuando se disminuye de un promedio de 3.05 a 1.6 hijos por mujer de una etapa a otra.

Por ello, destaca Alfonso Fraga, se aprecia que la variable que más incide en el descenso de la población es la fecundidad, pues desde el año 1978 está por debajo del nivel de remplazo generacional.

Para que el nivel poblacional se mantenga en el país sin llegar al alto nivel de envejecimiento del que se habla, una pareja debe tener como mínimo dos hijos, cifra que no se alcanza.

En el Anuario Demográfico de la ONEI, en el año 2007, Cuba tenía un índice de envejecimiento de 87 personas de 60 años o más por cada 100 menores de 15 años, el más alto de la región y comparable con los países más desarrollados.

Quienes alcanzan los 60 años de edad, según cálculos realizados en el período 2011-2013, pueden vivir como promedio otros 22.6 años y se espera que para el 2045-2050 esa esperanza aumente a cerca de 27 años, aunque dado los avances tecnológicos  en el área de salud, la atención médica con la cuentan esas personas y los cambios en los estilos de vida, ese grupo puede incrementarse en el total de la población cubana.

Proyecciones de la población cubana 2010-2050. Foto cortesía del entrevistado

Cuba ha llegado a un alto nivel de envejecimiento demográfico en los últimos 50 años si se tiene en cuenta que existen más hogares con adultos mayores que residencias con niños, y las cifras del crecimiento de la población adulta mayor actual indican que así será en el futuro.

Ese proceso va a seguir en aumento y en opinión de Juan Carlos Alfonso Fraga “pareciera ser que hemos llegado al tamaño máximo de población, pues Naciones Unidas estima que para el 2100 en Cuba hayan alrededor de 9 millones de habitantes porque no hay potencial demográfico para mantener la cifra actual de 11 millones”.

En sentido general, el envejecimiento poblacional es un triunfo de la vida sobre la muerte, como gusta decir Alfonso Fraga, aunque en el particular caso cubano al mismo tiempo es un desafío inédito en nuestra historia, porque tenemos una estructura demográfica de país desarrollado sustentada por una economía de nación subdesarrollada.

Esa realidad demográfica es la que ha obligado al gobierno a adoptar una serie de medidas para enfrentar lo ineludible, que Cuba es una sociedad donde nacen menos y se vive más, un país que día a día se va poniendo más viejo.