Chile. – El gobierno de Chile parece nadar hoy entre dos aguas, pues mientras convida a dialogar al movimiento social, el presidente insiste en enfrentar a un enemigo poderoso e implacable.

Mientras el ministro del Interior, Gonzalo Blumel, dialogaba con  una representación sindical de la Mesa de Unidad Nacional, para supuestamente llegar a un acuerdo, y dar respuesta a las demandas de los movimientos sociales.

El presidente Sebastián Piñera asistía a una ceremonia de graduación de efectivos de la Policía, e insistió a los recién graduados a combatir esa delincuencia sin límite que también involucra el narcotráfico, movimientos anárquicos y muchos otros.

Esta postura de doble cara del mandatario chileno demuestra la estrategia de criminalización de las protestas, para así justificar la desmedida represion llevada acabo por los carabineros, y el poco deseo del gobierno por llegar a un acuerdo real y efectivo con los movimientos sociales.