Hoy volvieron a las calles de Francia los chalecos amarillos, con el firme propósito de mantener las protestas contra la política social y fiscal del Gobierno de Enmanuel Macron.

Cientos de manifestantes se reunieron en los Campos Elíseos de París, cerca de un millar en el centro de Marsella, así como en Burdeos, donde medios periodísticos reportan numerosos incidentes, en Toulouse.

Varios miembros de los chalecos amarillos coinciden en anunciar acciones en la capital gala la noche del 31 de diciembre y asegurar que no se detendrán en el venidero año, donde pronostican ya fuertes congregaciones a pesar de las concesiones del presidente francés.

Los protestantes consideran insuficientes las medidas promovidas por el jefe de Estado y exigen un referendo sobre la convocatoria a un sufragio de iniciativa ciudadana y reducción de los impuestos para los productos de primera necesidad.