La Habana, Cuba. – Desde que en Tokio 1964 el atletismo cubano se estrenara en el podio olímpico, gracias al subtítulo del velocista Enrique Figuerola, la suma de medallas conquistadas a ese nivel ha crecido notablemente.

Aumentar ese listado en la capital nipona, el verano próximo, constituye el principal sueño de atletas y directivos, sustentado en una generación dispuesta a escribir su propia historia de éxitos.

Jóvenes con experiencia, como la campeona mundial del disco Yaimé Pérez; su compañera Denia Caballero; el saltador de longitud Juan Miguel Echevarría, y la pertiguista Yarisley Silva, sobresalen en un grupo empeñado en dejar huellas en la cercana cita estival.

Al mando aparecen dos exatletas: la campeona del martillo en Beijing 2008, y comisionada nacional Yipsi Moreno, y el exsaltador de triple Daniel Osorio, jefe técnico; ambos sienten un gran compromiso ante esta prueba de fuego.