La Habana, Cuba. – El pasado 11 de mayo, el director nacional de Béisbol del INDER mencionaba en conferencia virtual que se estudiaba la posibilidad de convocatoria a la selección nacional de jugadores emigrados; hoy ya tiene cuño esa ruta.

Aún se definen los primeros pasos, según declaró el jefe de reglas y arbitraje del béisbol cubano Luis Daniel del Risco, en el programa televisivo Bola Viva, pero existe una seria intención.

La vinculación sería para hombres que no estén vinculados al béisbol en Estados Unidos, debido a frenos del bloqueo, y además existe el requisito de no haber abandonado ningún equipo en eventos internacionales.

Cómo y cuándo empezará a hacerse efectiva esa variante anhelada por muchos aficionados y atletas resulta una incógnita, pero el béisbol busca subirse a un necesario proceso, que tiene antecedentes cercanos en el balonmano y el voleibol.

De vuelta a casa

El regreso de peloteros emigrados a la selección nacional, sin incluirse en la Serie Nacional, resulta un proceso complejo, pero tiene cimientos.

El balonmano abrió la agenda en 2018 con Guillermo Corzo, y el pasado año incorporó tres hombres más, también llegó el regreso de tres voleibolistas, aunque el único efectivo es el del estelar Robertlandy Simón.

Una lista amplia de la Dirección Nacional de Béisbol permitiría llamar a hombres de diferente nivel para eventos de clases distintas, la primera necesidad sería rumbo al torneo Preolímpico, aunque el gran imán resulta el Clásico Mundial.

No obstante, existe confirmación de que la mayoría de los equipos nacionales se nutrirán de hombres bajo el amparo de la Federación Cubana, pero se vislumbra el abrazo con algunos contratados en ligas asiáticas, o en México; ¡se activa el círculo de espera!