Gladys Collazo Usallán, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural

La Habana.- Cuba cuenta con una política debidamente articulada para la preservación de su patrimonio cultural y natural, a la cual dedica considerables recursos a pesar de las tensiones económicas del país acentuadas por la política de asfixia que mantiene Estados Unidos por más de 50 años.

La conservación de monumentos y obras de arte es particularmente afectada por el bloqueo económico, comercial y financiero, declaró a esta emisora Gladys Collazo Usallán, presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural.

Eso se refleja -nos dice- en la imposibilidad de comprar en el mercado estadounidense materiales muy específicos para las labores de conservación de bienes patrimoniales.

A ese impedimento se suman las trabas para recibir donaciones o procuración de fondos, y la imposibilidad  de contar con tecnología más avanzada, subraya Gladys Collazo.

Daños a la salvaguarda del patrimonio

La riqueza del patrimonio subacuático de Cuba es invaluable, con pecios y sitios arqueológicos a lo largo de todo el país, pero la investigación in situ es fundamental y está limitada por la imposibilidad de acceder a equipamiento técnico especializado, señala la presidenta del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural, Gladys Collazo.

Explica que en el caso de los monumentos están definidos aquellos más amenazados, según su estado constructivo, y que requieren una cuantiosa inversión.

«Se logró un financiamiento de la World Monuments Fund, que pudo ser mayor de no existir las restricciones impuestas por el bloqueo a otras instituciones y a  servicios bancarios», precisa la también presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos.

Son acciones que perjudican las labores minuciosas y sistemáticas para salvaguardar el patrimonio cultural de la nación

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