La Habana, Cuba. – La Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) se une a la celebración por el natalicio del Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, con un mensaje que enaltece la obra del mecenas más ferviente del arte y la literatura en nuestro país.

Subraya la UNEAC que, para Fidel, esas expresiones de la vida humana debían llegar a ser un verdadero patrimonio del pueblo al tiempo que destaca su amistad con las más grandes personalidades de su tiempo como Gabriel García Márquez, a quien le confiaba sus novelas para que se las corrigiera rigurosamente antes de publicarlas.

Hombre de vasta cultura, el líder de la Revolución supo cultivar su intelecto y apreciar las variadas manifestaciones artísticas con gran placer, señala el texto.

Y añade que podía deleitarse al leer una novela como Cecilia Valdés, de Cirilo Villaverde y confesar luego haber vivido días felices, embelesado, en las páginas de tan formidable historia de Cuba.

Fidel, un revolucionario todo el tiempo

El mensaje de la UNEAC apunta que Fidel gustaba de escuchar música, preferentemente clásica y se rodeaba de la belleza necesaria en un palacio de gobierno donde las artes visuales constituyen el único lujo permisible.

Desde su época de estudiante universitario, Fidel atisbó la trascendencia futura de la más brillante de las bailarinas cubanas: Alicia Alonso, con quien compartió la pasión independentista y las ansias de justicia social, señala el texto.

En los años 50, con Alfredo Guevara en la colina universitaria soñó la Revolución por venir y, una vez consumada estimuló el desarrollo de una industria cinematográfica propia, mientras que con Nicolás Guillén disfrutó de la auténtica poesía y propuso fundar la UNEAC.

Al decir de Eusebio Leal, Fidel era un revolucionario todo el tiempo que reunía en sí el brío de la mano que empuña y la fuerza de las ideas que la gobiernan.

Paradigma de revolucionario completo y culto

Fidel fue un interlocutor lúcido en cada uno de los encuentros con la membresía de la UNEAC y escuchó con sumo interés todo cuanto opinaba.

A su entendimiento del papel esencial del arte y la literatura en la Revolución cubana debemos el acceso universal de los cubanos al disfrute del arte y la fundación de cientos de instituciones culturales y escuelas formadoras de un talento artístico que adquirió pronto relieve internacional.

La UNEAC de hoy sigue teniendo en Fidel ese paradigma de revolucionario completo y culto, convencido de que la gestión política y la resistencia ante la agresión imperial debían asentarse en la sustancia de la cultura.

Celebremos este día de su 94 cumple vidas y la vigencia imperecedera de su ideario y perpetuas obras de infinito amor para Cuba y el mundo, finaliza el mensaje de la UNEAC por el natalicio de Fidel.

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