En indicadores favorables, como el incremento de la masa y la reducción de la mortalidad, repercuten de manera progresiva las experiencias de los productores pineros con la vacuna cubana contra la peste porcina clásica.

Así trascendió luego del primer año de empleo de ese fármaco en el Municipio Especial Isla de la Juventud.

El doctor Mario Pablo Estrada, director de Investigaciones Agropecuarias del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, destacó el impacto de la vacuna fabricada por científicos cubanos para el control de una enfermedad que es una amenaza para la industria porcina del mundo.

Acerca de la selección del Municipio Especial para introducir su uso como experimento, un año atrás, precisó que el ser un territorio insular, tener antecedentes de peste porcina y contar con cultura en esa producción, eran condiciones propicias para poner en práctica esta experiencia.

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