Manicaragua, Villa Clara.- La mortalidad infantil y materna en las montañas manicaragüenses se mantiene, desde hace 5 años con registros en cero en ambos indicadores.

Este resultado es avalado por la labor de médicos y enfermeras en el seguimiento a cada proceso de gestación, unido a las coordinaciones con el hospital Paula María Pérez Morales, de Jibacoa.

Por la propia topografía rural hay que ir a efectuar las consultas, sea a caballo, en yunta de bueyes, en una volanta o en un tractor para llegar a las comunidades de difícil acceso.

En no pocas ocasiones es preciso desafiar la lluvia, la crecida de ríos para atender a los enfermos o a una embarazada que demanda el seguimiento especializado lejos de la institución de salud jibacoense.

En los resultados del Programa de Atención Materno-Infantil intervienen todas las instituciones y servicios relacionados con la atención a la madre y al niño.