Debe su nombre común al hecho de que su flor gira a lo largo del día mirando hacia el sol.

El origen del girasol se remonta a tres mil años ante de nuestra era en el norte de México y Oeste de Estados Unidos. El girasol era uno de los principales productos agrícolas empleados en la alimentación por muchas comunidades americanas antes del descubrimiento. Es una planta herbácea que se cultiva como oleaginosa y ornamental en todo el mundo.

Debe su nombre común al hecho de que su flor gira a lo largo del día mirando hacia el sol. En Cuba, entre los aceites vegetales el de girasol se destaca por sus excelentes características físico-químicas y nutricionales. Por la prevención de diferentes Enfermedades cardiovasculares y el control del nivel de colesterol en la sangre, el girasol se convierte en un símbolo de vida sana.

Una leyenda en flor

Si decide pintar su día de verde con flores, el girasol es una planta ideal para aportar colores vistosos a cualquier jardín. Florece todo el verano, si no le falta nunca el sol, agua abundante, una maceta profunda y tierra fértil. También alrededor de esta flor los antiguos griegos orquestaron una leyenda que relata la desafortunada historia de amor de Clitia.

La joven ninfa de agua vivía enamorada del dios Helio, quien no le correspondía y por tanto sedujo a Leucotoe, la hermana. Clitia, con el corazón roto, corrió hacia su padre, Órcamo, a contarle lo sucedido; y éste condenó a Leucotoe a morir en una cueva.

Helios, enfurecido por la acción despreció a la Clitia, sin embargo, ella siguió observándolo día tras día, hora tras hora, minuto a minuto, hasta que su mirada se agotó. Entonces los Dioses del Olimpo se apiadaron y la convirtieron en el girasol.