Cuba, ya es sabido, es un eterno verano, por ello la correcta manipulación de los alimentos, principalmente en el periodo vacacional, donde aumenta el flujo de personas viajando, en actividades recreativas y la tendencia a consumir productos en la calle, es de esencial importancia.

Respetar las medidas higiénico-sanitarias es fundamental durante todo el año, pero en estos meses cobra vital relevancia, sobre todo para la prevención de las enfermedades transmitidas por los alimentos.

El intenso calor favorece el desarrollo, con mayor facilidad, de muchos microorganismos en nuestras comidas.  Más de 200 padecimientos provocan los alimentos contaminados por bacterias y parásitos, algunas de las comúnmente reconocidas son las ocasionadas por las bacterias Salmonella y la Escherichia coli.

Reglas de oro para cumplir

La Organización Mundial de la Salud recomienda algunas claves esenciales de la higiene que es preciso tener en cuenta durante el verano. Primordial es mantener la limpieza de las manos, de los alimentos, del lugar de preparación y de los utensilios de cocina; separar los víveres crudos de los cocinados, conservarlos a temperaturas seguras, así como utilizar agua y materias primas inocuas.

Estadísticas en las Américas estiman que anualmente una de cada cuatro personas sufre un episodio de enfermedad transmitida por alimentos. Los niños, las embarazadas y adultos mayores son los más vulnerables.

Recuerde: adoptar esas sencillas acciones evitará numerosas enfermedades provocadas por una inadecuada manipulación o conservación de los alimentos.