A unos 50 kilómetros de la ciudad de Sancti Spíritus se localiza Tunas de Zaza, un pueblo con olor a mar y donde predominan las personas de piel curtida que permanecen fieles a ese pequeño terruño, con miles de historias de pescadores.
Ni los caprichosos embates de la naturaleza han podido alejar de ese amado rincón lleno de salitre a los habitantes de Tunas de Zaza.
Esta es una tierra que tiene una rica historia, y que resistió un bombardeo criminal en 1898, a causa de la guerra hispano-cubano-norteamericana.
Aunque ya las viviendas han cambiado su fisonomía, ese pueblo que describió Onelio Jorge Cardoso pervive hoy, justamente donde él lo encontró: a un costado de la desembocadura del río Zaza y con las aguas del mar acariciando día a día las paredes de las casas.