La gloria continúa siendo dama enamorada del ciclista Chris Froome. Su última caricia al británico tiene más de 100 años de historia y ha sido esquiva para la mayoría de sus colegas: el Giro de Italia.

Como casi toda historia de amor la de Froome atesora todas las emociones. Pasión y felicidad, luego de sus cuatro Tours de Francia, y tiempos difíciles con reconciliación y dudas incluidas, luego de su triunfo en la última Vuelta a España.

Su victoria en suelo ibérico está aderezada con polémica, pues todavía le persigue una acusación por dopaje al encontrarse en su sangre rastros de salbutamol, por lo cual espera una posible sanción.

Sin embargo ello no abrumó a nuestro protagonista que entre el 4 y el 27 de mayo escribió en Italia un guión de suspenso, amor y recompensa al esfuerzo y el talento.

Armas seductoras

Las armas que utilizó Chris Froome para seducir la gloria en el Giro de Italia fueron las mismas que le han hecho inquilino de su gracia: poderosas pedaladas, y un pensamiento táctico digno de un general, pues la lid italiana es batalla aderezada con niebla, frío, y empinadas cumbres.

Lo anterior se combina con estudiados ataques del pelotón, tan inesperados y mortales que los pedalistas temen por el día y sufren por las noches pensando en el día siguiente.

De todo ello salió airoso Froome, quien al más puro estilo espartano descarriló los sueños de conquista de ambiciosos aspirantes a la gloria.

La historia que entalló a base de contundentes pedaladas se asemejó a la de pasados protagonistas en el Giro, quienes han hecho realidad el fundamento que expresa que donde no llegan las piernas, sí llega el corazón.

Hazaña, historia y espera

Fue el Giro de Italia un camino duro, bañado con sudor, caídas y esfuerzos. Al final, el británico Chris Froome se coronó con felices lágrimas al seducir a la gloria, que esta vez ni disfrazada a la italiana pudo escapar de sus encantos.

Tras levantar el trofeo, Froome igualó la hazaña de gigantes que han ganado la triple corona del ciclismo, y que se completa con el Tour de Francia y la Vuelta a España.

La ilustre galería la componen el belga Eddy Merckx, los franceses Bernard Hinault y Jacques Anquetil, los italianos Felice Gimondi y Vincenzo Nibali y el español Alberto Contador. Así, entre pedaladas, el calendario ciclístico continuará su peregrinar.

Su próximo acelerón será el 7 de julio cuando arranque el Tour de Francia. De aquí y hasta esa fecha hay tiempo para continuar engrasando pronósticos y esperas.