Muchas personas cuando quieren decir que alguien tiene mal gusto se despachan poniendo de ejemplo a marinos y camioneros, a pesar de que esa historia comienza en la Edad de Piedra.

No creemos exista un tratado sobre el tema, pero hace pensar que si alguien se mueve por el mundo, ve cosas diferentes y aprende hábitos distintos, son precisamente los que viajan conduciendo un camión o navegan por los mares.

Una de las cosas que resultan más curiosas son las modas, que a fuerza de inducirlas sutil o indiscretamente, llegan y logran convertir en patrón de gusto lo que antes era repudiado o mal visto, los tatuajes, por ejemplo.

Se sabe que en la Edad de Piedra hombres y mujeres se tatuaban cuerpo y rostro, en 1991 se halló el fósil de un cazador del Neolítico que tenía dibujos en la espalda y las rodillas.

Su significado

Para echar por tierra la idea de que los tatuajes son patrimonio de personas con baja cultura, recordemos que la sacerdotisa Amunet tenía dibujada la piel, y ella, que era una adoradora de la diosa del amor y la fertilidad en la Tebas del año 2 mil Antes de Nuestra Era, no era por su cargo ni remotamente vulgar.

La palabra tatuaje viene el inglés “tatoo” y llega a su vez de la Polinesia, donde “ta” significa golpear. Son famosos sus habitantes por las maravillas que dibujan en la piel y todas significan algo.

Dibujarse la piel para los antiguos habitantes de Nueva Zelanda no era moda, servía para señalar el estatus que cada individuo jugaba en el grupo y los identificaba de un modo inconfundible.

Algo así como las huellas dactilares, en muchos lugares las marcas en el cuerpo estaban y están vinculadas a la religión, la cultura, el erotismo y el gusto.

 Los inconvenientes

Es un problema tatuarse la piel por amor cuando se es muy joven, porque muchas veces se piensa que ya se enamoró para toda la vida, hasta el otro curso escolar, cuando se enamora locamente de nuevo, pero la marca primera, está ahí.

El segundo problema es quitarse el tatuaje: hace falta la presencia de un cirujano estético armado de láser Q-switched, herramienta que funciona emitiendo gran cantidad de una luz que penetra por la piel y al ser absorbida por las partículas de tinta se transforma en calor.

Puede llevar hasta 12 sesiones en dependencia de la complejidad del dibujo, la zona donde fue hecho y los colores, y muy a pesar del desarrollo y pericia médica, pueden quedar cicatrices.

El tercer problema que planean los tatuajes es el prejuicio, sea moda, acto de fe o de amor, el tatuaje no puede servir para darle o quitarle valor a alguien. Nos guste o no, es un derecho ajeno.

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