Por: Teresita Jorge

El 13 de octubre de 1936 fue declarada la Mariposa como la Flor Nacional de Cuba. En aquel año Cuba recibió una invitación del Jardín de la Paz, de la ciudad de La Plata, Argentina, para que, al igual que el resto de los países del Continente, enviara su Flor Simbólica Nacional.

Entonces en Cuba se designó una comisión que integró, entre otros, el prestigioso sabio naturalista cubano Doctor Juan Tomas Roig, para estudiar y determinar cuál sería esa flor.

Los naturalistas analizaron y discutieron las características de diversas flores como el Jacinto de Agua, el Galán de noche, el Lirio de San Juan y la Mariposa Blanca.

Estos estuvieron de acuerdo en elegir a la Mariposa Blanca para representar a Cuba en el evento que, con sede en Argentina, seleccionaría la flor nacional de cada país latinoamericano.

Un símbolo patrio

Para la selección de la Mariposa como Flor Nacional de Cuba en 1936 se tomaron en cuenta varios elementos.

La corona de la flor, extraordinariamente blanca, simbolizaba el amor que los cubanos sentían por la paz, aunque sólo a ratos, en aquellos años, hubieran podido disfrutarla.

La comisión encargada de seleccionar la Flor Nacional cubana, que integró el naturalista Juan Tomás Roig, tuvo en cuenta no sólo la gran popularidad de la flor, sino también que durante las guerras independentistas sus ramos servían de escondite para que las mujeres patriotas pudieran transportar importantes mensajes clandestinos.

En Buenos Aires la mariposa fue sembrada en un Jardín Internacional para representar a Cuba, junto a las flores nacionales de otras naciones. La fragancia y belleza de sus flores la hacen muy apreciada para el jardín y como obsequio especial.

Etiquetas: - -