No es solo en la Tierra donde tienen lugar temblores o terremotos; en general todos los planetas del Sistema Solar experimentan movimientos sísmicos frecuentes.

Los aparatos de medición instalados en la superficie lunar entre los años 1969 y 1972 los han registrado allí también, y son movimientos que se producen a una profundidad de 800 y mil kilómetros por debajo del manto lunar.

Curiosamente los sismólogos han descubierto que los temblores ocurren en los puntos donde la órbita alrededor de la Tierra coincide con su mayor distancia.

La zona denominada Gran Pared, un declive vertical de 300 metros de altura y 100 kilómetros de largo, surgió como resultado de fuertes corrimientos tectónicos en nuestro satélite, ejemplifican los expertos.