Para nadie es un secreto que las salsas y aliños mejoran el sabor y el aroma de muchas preparaciones. En las ensaladas, resultan casi indispensables.

El sabor ácido de los aliños es muy importante, y se logra de varias maneras, por medio del vinagre, la naranja agria o el limón o con el jugo de frutas cítricas. Por la fragancia y valores naturales que le confieren a la elaboración.

Durante la preparación de un aliño se debe agregar primero la sal, las hierbas aromáticas, las especias secas, el ingrediente ácido y finalmente el aceite, ya que de esta forma logramos una buena integración de las sustancias gustativas de los condimentos.

El proceso de aderezar ensaladas de hojas, como la lechuga o la espinaca, entre otras, puede realizarse preparando el aderezo aparte y luego añadiendo primero el aceite sobre la ensalada, para evitar que las hojas se dañen por la acción del vinagre.

Sabor y aroma

Anteriormente se resaltaba el valor de los aderezos para resaltar el gusto de muchos alimentos. Ahora le damos la receta de un aliño de cebollino y albahaca.

Limpie bien un macito de unos cincuenta gramos de cebollino y píquelo finamente. Únalo con igual cantidad de albahaca seca desmenuzada. Añádale una cucharadita de sal, cuatro cucharadas de aceite y tres de jugo de limón, una pizca de pimienta molida y una taza de aceite. Mezcle todo muy bien y enváselo en un frasco.

Agite el envase antes de servir. Para elaborar el mojo crudo, machaque un diente de ajo grande. Añádale media cucharadita de sal, dos cucharadas de jugo de naranja agria y media cebolla cortada en rodajas.

Caliente seis cucharadas de aceite y cuando esté bien caliente únalo a la preparación anterior y ya está listo para consumir en viandas hervidas, en huevos fritos o en otras elaboraciones.

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