En muchas ocasiones buscamos recetas que resulten fáciles de hacer y que sean del agrado de todos y, por supuesto, que tengamos los productos.

Una de esas elaboraciones son las tostadas a la francesa. Para prepararlas mezcle dos huevos, media taza de leche, dos cucharadas de azúcar blanca, media cucharadita de vainilla y una pizca de sal y otra de canela en polvo.

Corte tres panecitos en rebanadas. Utilice un pan que no esté muy fresco. Derrita mantequilla en una sartén a fuego moderado. Humedezca las rebanadas en la mezcla y fríalas dorándolas por ambos lados. Sírvalas con almíbar o miel por encima de cada pieza.

Ahora una sugerencia: si desea un café con un toque diferente, ralle un poco de nuez moscada y añádasela al polvo. ¡Notará la diferencia de sabor!

 Con el pan nuestro de cada día

Hay otra receta que podemos elaborar con el pan que nos queda del día anterior, por eso siempre aconsejamos no botarlo. Una de esas elaboraciones son las ricas torrejas.

Para hacerlas use una barra de pan o cuatro unidades y córtelas en rebanadas de un centímetro. Prepare una mezcla con medio litro de leche, dos yemas de huevo, dos tazas de azúcar blanca, una cucharadita de vainilla, dos cucharadas de vino seco y una cucharadita de canela en polvo.

Pase por esa preparación las rebanadas para que queden bien mojadas pero sin que se rompan. Envuélvalas en un batido de huevo y póngalas a freír en aceite caliente. Cuando estén doradas sáquelas y déjelas escurrir.

Colóquelas  en una fuente honda y prepare un almíbar para echársela por encima. Guárdelas en refrigeración hasta el momento de consumirlas.