Por: Joel García

Una de las generaciones de peloteros más recordadas en la historia de las Series Nacionales fue la llamada Aplanadora de Santiago de Cuba a finales de los 90 del siglo pasado.

Quizás no vestían el uniforme más hermoso y hasta el calificativo de avispas era cuestionable por la falta de ese insecto en tierras orientales, pero a golpe de triunfos y con una ofensiva temible ganaron corona tras corona e impusieron récord y más récords.

Desde su cuartel general, el Guillermón Moncada, la corneta china y la conga contagió a sus miles de seguidores desde los bronces de 1996 y 1997, y el segundo puesto al año siguiente.

Pero lo mejor llegaría con tres cetros en línea de 1999 al 2001, tercer y último conjunto hasta hoy que ha podido lograr tal hazaña.

Lugar especial en la memoria

Ese equipo de pelota de Santiago de Cuba, bajo la guía de Higinio Vélez, era temido porque no había respiro en su tanda ofensiva. Luis Miguel Navas, Antonio Pacheco, Orestes Kindelán, Gabriel Pierre, Fausto Álvarez, Rolando Meriño, Ariel Cutiño, Rey Isaac, Manuel Benavides, Pedro Poll y Reutilio Hurtado, eran los titulares.

Y si recordamos a los encargados de tirar las serpentinas, desde el box Norge Luis Vera y Ormari Romero eran casi invencibles, con Osmel Cintra, Wilson López, Jorge Tissert y Rubén Rodríguez en funciones de apoyo y muchas veces decisivas.

Todavía el récord de 11 éxitos sin revés en los play off de la 39 edición sabe a eternidad.

Una segunda versión de la Aplanadora renacería 4 años después, cuando ganaron 3 oros y 1 plata, dos de ellas consecutivas para beneplácito de sus parciales.