Para finales de 1958 el Ejército Rebelde había obtenido importantes victorias. Las fuerzas batistianas salieron con su espina dorsal rota de esta postrera ofensiva sobre la Sierra Maestra; pero aún no estaban vencidas.

La lucha debía continuar. Se decidió entonces iniciar la marcha hacia Las Villas. En una orden militar se le orientó al Comandante Ernesto Che Guevara cortar las comunicaciones entre ambos extremos de la Isla.

Además, se le ordenó establecer relaciones con los grupos políticos existentes en los macizos montañosos de la zona central y se le dio amplias facultades para gobernar militarmente la zona a su cargo.

Poco después salían de Las Mercedes, en marcha invasora, 150 hombres al mando del Che.

Del diario del Che

Jornadas por difíciles terrenos anegados, plagas de mosquitos y el hostigamiento enemigo, fueron los principales aliados de la columna rebelde.

En su Diario de Campaña el Che narra cómo día a día empeoraban las condiciones físicas de la tropa, la cual vivió sus momentos más duros durante el cerco de Baraguá y el cruce de la histórica trocha de Júcaro a Morón.

Días después la columna penetraba en el corazón de la cordillera Trinidad-Sancti Spíritus, lista para iniciar la otra etapa de la guerra.

El capitán Eliseo Reyes (San Luís), caído en la guerrilla boliviana, contaba después que “cuando los momentos eran más difíciles el Che se mostraba alegre y optimista con los soldados, lo que les daba mayor ánimo”.

Tras la toma de Fomento se atacó simultáneamente a Cabaiguán y Guayos.

Victoria de Santa Clara

Un día de lucha les tomó a los rebeldes rendir a Placetas. Luego le siguieron Remedios, Caibarién y Camajuaní.

Fue en dichos territorios donde la valentía del Ejército Rebelde produjo el desbordamiento entusiasta de la población, que apoyó de forma decisiva a las tropas del Che.

Al extremo que en Sancti Spíritus prácticamente fue el pueblo el que tomó la ciudad. La lucha en Santa Clara se inició con algunas pequeñas escaramuzas.

En la loma del Capiro el Ejército se había hecho fuerte, en tanto la ciudad era bombardeada continuamente por aviones Cazas.

El 29 de diciembre comenzó la batalla por Santa Clara, la cual culminó con la captura del tren blindado y la rendición el primero de enero del 59 del cuartel Leoncio Vidal, la mayor fortaleza del centro de la Isla.