No por casualidad, la Asamblea Nacional del Poder Popular proclamó oficialmente este 10 de abril la nueva Constitución que con su voto mayoritario refrendó el pueblo. Un referente histórico lo avala.

Ese día, del año 1869, se celebró la primera Asamblea Constituyente de Cuba, que designó a Carlos Manuel de Céspedes Presidente de la República en Armas.

La proclamación de una Constitución que declaraba una república democrática en plena lucha armada, y la igualdad de todos los cubanos y, por tanto, la abolición de la esclavitud y la independencia nacional, encarnó un acto de verdadera importancia histórica.

La reunión, celebrada en Guáimaro, devino frente único de combate contra la metrópoli.

Sueño venerable

La representación oriental a la Asamblea de Guáimaro era encabezada por Carlos Manuel de Céspedes y la de Camagüey, mayoritaria, la integraban Ignacio Agramonte y Salvador Cisneros Betancourt, entre otros.

6 delegados componían la del Centro. La proclamación de una Constitución que declaraba una república democrática en plena lucha armada, encarnó un acto de verdadera importancia histórica.

Según el doctor Armando Hart, la  creación de la República de Cuba en Armas fue un sueño venerable que mostró su incapacidad y fragilidad para unir al país y enfrentar eficazmente a los españoles.

En realidad, la necesidad de establecer la unidad dentro de la revolución se sobrepuso a los asambleístas de Guáimaro, quienes acordaron, en definitiva, una Constitución para la naciente  República de Cuba.

La voz de la mujer

Carlos Manuel de Céspedes, investido dos días después como Presidente de la República en Armas, vería limitada sus funciones por la fiscalización de la Cámara, cuya legislación podía aprobarse sin la definitiva sanción presidencial.

En acto de masas en el que no faltó la presencia de la mujer, representada por la camagüeyana Ana Betancourt, la patriota demandó allí el cese de la secular explotación femenina, a la par que expresaba su decisión de combatir por la patria, como hizo.

Y si bien en Guáimaro salió vencida la concepción de Céspedes de un mando único y centralizado y la República en Armas mostró su incapacidad para unir al país, no es menos cierto que se le dio forma legal a aquella republica dentro de la lucha bélica, lo que creó un referente en la institucionalidad de la nación cubana.