En febrero último se cumplieron 96 años del nacimiento de una mujer que dedicó toda su vida, conocimiento y sensibilidad creadora al beneficio de sus contemporáneos, en especial de los niños y las niñas, con quienes trabajó desde las aulas, para beneficio de las nuevas generaciones.

La Habana de 1926 fue la cuna de Rafaela Chacón Nardi, mujer muy culta y sensible, que disfrutó en toda su plenitud poder brindar sus amplios conocimientos a los miembros de la sociedad en la que le tocó vivir.

Por todo ello, se entregó por entero al ejercicio de la enseñanza, como un modo de contribución pedagógica y así poder cumplir con aquella sabia idea martiana que expresa: Al llegar a la tierra todo hombre tiene derecho a que se le eduque y después, en pago, el deber de contribuir a la educación de los demás”.

Poemas de ternura exquisita

La diestra pedagoga habanera Rafaela Chacón Nardi, quien cada día prodigaba delicadeza y ternura a raudales, fue capaz de traducir los sentimientos que expresaba en diversos  poemas a su madre, realizados con ternura sin igual, así como otros tantos que hizo para los irrepetibles héroes de la Patria o los amigos entrañables.

También fue capaz de crear obras dedicadas a las niñas y los niños que siempre la rodeaban, a los que les daba lo mejor de sus conocimientos y amor o les mostraba la importancia del silencio ante una hermosa obra de arte.

La naturaleza, que la privó de hijos propios, la rodeó de pequeños príncipes y princesas, que llenaban de regocijo sus múltiples momentos de expresión creadora, en los que compuso irrepetibles poemas de ternura exquisita, como solo se pueden hacer para criaturas incapaces de traicionar o mentir.

La palabra, como una flor abierta

Poco después de entrar en la segunda década de su vida, la joven Rafaela Chacón Nardi, que fue alumna eminente de la Escuela Normal para Maestros de La Habana, publicó su primer poemario, que tituló: Viaje al Sueño.

El Poeta Nacional Nicolás Guillén dijo que ella era lo nuevo desde la Avellaneda, la Zambrana y la Matamoros, traído en el ala de nuestro tiempo. El verso descamado, la poesía a flor de palabra, expuesta a la intemperie, como un simple acontecimiento de la naturaleza”.

A Rafaela Chacón Nardi actualmente la recordamos, como ella misma expresó  en uno de sus poemas: “Agitando sin tregua su bandera/ en el día que nace/ Vertical. Ascendente. Tu sueño/ Sobre el sueño la fiebre, sobre el sueño la sangre, y también tu palabra, como una flor abierta”.