No sólo a políticos, o filósofos o grandes jefes militares se les atribuyen frases impactantes que con el tiempo cobran celebridad.

Por ejemplo, hay algunas de ellas –pronunciadas por personalidades del cine- que ¿por qué dudarlo? Resultan casi antológicas.

El irrepetible Charles Chaplin definió que “la tragedia es la vida en primer plano, y la comedia, la vida en segundo plano”…

Luis Buñuel –el incisivo director español- aseguró que “la necesidad de comer no excusa la prostitución del arte”, y el realizador brasileño Glauber Rocha fue categórico al afirmar que “nadie escapa a la influencia del cine, ni siquiera aquellos que nuncan van a ver una película”…

Una de las frases más famosas de la actriz Marilyn Monroe fue esta: «Fama, ¿te vas? Adiós, ya te conozco: siempre supe que eras voluble.

Ocurrencias convertidas en refranes

A la gente de cine se le ocurre expresiones inolvidables, como aquella del director francés René Clair cuando dijo que ”No hay nada más diverso que las opiniones que suscita una película”…

La talentosa actriz Bette Davis manifestó una vez: ”Jamás he representado un papel que no haya sido una personalidad completamente distinta a la mía. Al terminar la jornada lo dejo en mi camerino, donde me espera hasta el día siguiente”.

Y Alfred Hitchcock –el maestro del suspense- no ocultó su preferencia por las actrices rubias, pues (según sus palabras) “una rubia muerta es como una huella de pasos sobre nieve inmaculada”…

La legendaria Mae West tampoco quedó atrás en eso de las frases célebres, como cuando dijo con singular ingenio: “Me gustan dos clases de hombres: con músculos o sin músculos”.