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Guisa es ya territorio libre, fue la expresión lacónica del Comandante en Jefe al evaluar la victoria rebelde tras 10 días de heroica lucha contra el poderío de los casquitos de Batista en esa región cercana a Bayamo.

Los guerrilleros dieron muestras de arrojo y resistencia frente a un enemigo mil veces superior, que utilizó todo su arsenal para destruir a los guerrilleros en la Sierra Maestra; otra vez la astucia, la acertada estrategia y el genio militar de Fidel, quien dirigió personalmente la Batalla de Guisa, propinaban una contundente derrota a la tiranía.

Soportando el bombardeo de la aviación y la artillería pesada enemiga, peleó una escuadra de las gloriosas Marianas, quienes ya representaban una fuerza en el Ejército Rebelde.

Restaba apenas un mes para el triunfo de la Revolución y la llegada triunfal de la justicia al pueblo.