La Habana, Cuba. – El abandono del Club Barcelona por el astro del futbol Neymar da Silva y su inclusión en la nómina del francés Paris Saint-Germain (PSG) ha provocado un tsunami en la prensa deportiva del mundo, cuando se conoció que la movida costó 222 millones de euros, sin dudas el fichaje más caro en la historia del futbol mundial.

Si bien esos acontecimientos ocupan los titulares. Pocos son los medios que profundizan para saber que está detrás de este movimiento y de donde salen los millones que han permitido la partida hacia París.

La salida de la Liga Española de Neymar abre una interrogante sobre el futuro de la misma, haciendo volar el fantasma que otros sigan los pasos del brasileño, lo que sería un golpe certero a la hasta ahora considerada como la liga más fuerte del orbe.

No es un secreto que en 2022 Qatar organizará la Copa Mundial y que desde ahora va moviendo las fichas a su favor.

Entre esos movimientos esta fortalecer al club PSG. El presidente del PSG es Nasser Al-Khelaïfi, que a la vez preside Bein Sports, la empresa que desde 2018 gestionará en exclusiva los derechos para emitir los partidos de la Champions League y donde Neymar sin dudas será una de las estrellas más seguidas.

La inversión realizada por los cataries en Neymar mira hacia el futuro, buscando una teleaudiencia que pagará por ver en acción a la estrella brasileña enfundada en el número 10 del PSG y sin la sombra de un Messi que muchos consideran el mejor jugador del planeta.

Qatar y la rosa de los vientos

Desde hace años el pequeño estado árabe clasifica entre las naciones con mayores ingresos, apuntalado por la comercialización de los hidrocarburos, en particular el gas natural.

Conocedora que ese recurso es finito, la familia real que gobierna en el pequeño estado hace años apuesta por diversificar sus ingresos y como la rosa de los vientos apunta en varias direcciones.

La inversión realizada ahora en el fichaje de Neymar se incluye en esa estrategia, la cual abarca los sectores más diversos.

Hoy el dinero de Qatar está presente en las acciones de compañía internacionales como Volkswagen, Glencore, Siemens, Barclays o Credit Suisse, mientras son dueños de los almacenes Harrod´s que controlan gran parte de la distribución de mercancías en Nueva York.

En el sector energético, el capital de Qatar participa en la red de distribución de gas en el Reino Unido y tiene inversiones en las petroleras Rosneft y Royal Dutch Shell.

En el deporte los cataríes tienen una fuerte presencia, siendo los dueños de la Villa Olímpica de Londres la cual adquirieron después de los juegos, mientras la línea aérea oficial de la nación árabe, la Qatar Airways por años ha sido la patrocinadora del club FC Barcelona, una relación que he dejado millonarias ganancias en ambas partes por la venta de camisetas, balones, afiches y una amplia gama de artículos de publicidad que hoy ocupan escaparates en los mercados de todo el mundo.

La presencia del capital de Qatar en España no es solo con el Barcelona, es conocida su participación en la empresa Iberdrola dedicada a las energías limpias y alternativas, en la cadena de tiendas El Corte Inglés, el Grupo Prisa que publica el Diario El País, así como controlan el puerto deportivo de Tarragona donde atracan yates de medio mundo.

Siguiendo todo este entramado de intereses y dinero, el abandono del Barcelona por Neymar y su rápida inclusión en el PSG forma parte de toda esta estrategia de Qatar de hacerse cada día más presente en el panorama económico del planeta y donde Neymar es solo una pieza de una gran maquinaria.