Estrella de mar. Foto tomada de Juventud Rebelde

 (Por Oscar Ferrer) En aguas oceánicas de todo el planeta, frías o tropicales, nunca en las dulces, y hasta los seis mil metros de profundidad, habita un animal llamado comúnmente estrella de mar, clasificado por los especialistas como integrante de la especie asteroidea, del género de los invertebrados.

Este bello ser marino, del cual existen de 1500 a 2000 variedades, no posee solo cinco brazos, como las estrellas comunes, sino que puede tener hasta 40.

Su piel presenta placas calcáreas que le permiten protegerse de los depredadores que podrían devorarlo, pero cuenta también para su protección con vivos colores, del rojo encendido hasta el naranja y el amarillo, lo cual le posibilita asustar a otros habitantes de los mares que se le acerquen con malos propósitos. La estrella de mar puede, además, ser gris o de un oscuro tono marrón, y su piel a veces es granulada o está forrada con un manto de pequeñas espinas.

Algunas peculiaridades

La estrella de mar no tiene cerebro ni sangre, y posee un esqueleto con placas articuladas. Muchas personas no saben que este animal marino es venenoso y puede causar problemas.

El poder de su veneno es muy temido, en particular por los corales, que cuando sienten la cercanía de este enemigo se estresan, pierden sus colores y se tornan pálidos.

La estrella de mar más pequeña mide solo unos dos centímetros, pero la más grande puede sobrepasar el metro. Su expectativa de vida oscila entre los 10 y los 34 años, aunque algunos ejemplares viven más. Se mueve con mayor libertad en horas de la noche y se traslada gracias a un sistema de ventosas que se comportan como diminutos pies.

Animal muy peculiar, la estrella de mar, a pesar del tener una piel gruesa y dura, posee células sensoriales que le posibilitan percibir la luz, el flujo de las corrientes marinas e, incluso, detectar productos químicos.

Regeneración muy especial

La estrella de mar se alimenta de presas de movimiento lento, como moluscos, caracoles, un crustáceo llamado percebe y otros invertebrados oceánicos. También puede comer erizos, y posee un estómago capaz de volcar hacia afuera su contenido.

De ese modo, sus jugos digestivos, que contienen unas enzimas muy potentes, disuelven los tejidos de sus víctimas, que luego succionan con la boca, la cual se halla en el centro inferior de su abdomen.

Este animal se reproduce mediante huevos, que a veces esconde entre las rocosidades del fondo acuático, en las plantas  o mantiene pegados a su piel hasta el momento del nacimiento.

La estrella de mar puede regenerarse, y no se trata de que haga crecer un brazo que fue amputado a su cuerpo, sino de que, a partir de ese brazo cortado, puede surgir un nuevo cuerpo, gracias a que sus principales órganos vitales están en la punta de sus extremidades.