Ha sido demostrado cómo, sin lugar a dudas, las bebidas alcohólicas tienen efectos cancerígenos.

De forma concluyente se ha comprobado desde hace tiempo  la relación del alcohol con 7 tipos de cáncer: de la boca y la faringe, llamados cánceres bucofaríngeos, además de aquellos localizados en laringe, esófago, hígado, colon, recto y mama femenina.

Y es probable que ese mal sea causante de unos cuantos más. El doctor Alberto Quirantes, Jefe del Servicio de Endocrinología del capitalino Hospital Salvador Allende, conversa sobre el tema.

Destaca que los cálculos en la actualidad indican que los tipos de cáncer atribuibles al alcohol en esas 7 partes del cuerpo pueden constituir el 5, 8 por ciento de todas las muertes por esa enfermedad a nivel mundial.

Riesgo multiplicado

En relación con  los tumores malignos de boca, faringe, laringe y esófago, existe un vínculo bien reconocido del alcohol con el tabaquismo, pues es frecuente en los bebedores el consumo de tabaco”, afirma el doctor Quirantes.

El Jefe del Servicio de Endocrinología del capitalino Hospital Salvador Allende subraya que eso multiplica el riesgo de padecer tumores malignos en esas regiones del organismo.

Explica el también Máster en Ciencias y Profesor Consultante que el alcohol entra en las células del organismo humano con mucha facilidad y luego es convertido en acetaldehído, lo cual puede dañar con relativa habilidad al ADN de esas células.

“Entonces, agrega el doctor Quirantes, es muy posible su cancerización debido a esa distorsión del ADN celular”.

Carcinógeno demostrado

El doctor Alberto Quirantes expresa que se ha comprobado además cómo el riesgo para algunos tipos de cáncer como el del esófago, cabeza, cuello, e hígado disminuye cuando cesa el consumo de alcohol.

En el ámbito científico existe  evidencia epidemiológica suficiente para respaldar una relación causal y directa entre la ingestión de alcohol y los tumores malignos.

“El consumo crónico y excesivo de esa bebida conlleva a una amplia gama de problemas de salud como el cáncer”, recalca el Jefe del Servicio de Endocrinología del capitalino Hospital Salvador Allende.

Y aclara que no hay un nivel seguro de ingestión de bebidas alcohólicas  y su relación con el cáncer, pues cualquier cantidad consumida aumenta el riesgo de padecer esa enfermedad.