La Habana, Cuba.-  Como una realidad que se manifiesta con más rapidez y contundencia de lo previsto, el cambio climático es el problema ambiental más importante al que se enfrenta la humanidad.

Desde la Revolución Industrial hasta hoy, la quema de combustibles fósiles, que se usan para producir energía, libera gases de efecto invernadero a la atmósfera, aumentando la temperatura de la Tierra, lo cual provoca una distorsión en el sistema climático global.

Es importante tener presente que el efecto invernadero es un fenómeno natural originado por gases atmosféricos que permite la vida en la Tierra.

Si bien el clima siempre ha presentado variaciones, éstas han ocurrido a ritmo acelerado en las últimas décadas, lo que ha propiciado el cambio climático.

Visibles consecuencias

El principal gas emitido por el hombre es el dióxido de carbono, no obstante, también se han introducido compuestos que no existían en el ambiente pero que generan el mismo resultado.

Además del aumento de las temperaturas medias del aire y el océano, otros efectos nos muestran las consecuencias del cambio climático originado por un planeta cada vez más caliente.

Deshielos en zonas polares, tormentas e inundaciones de grandes dimensiones, incremento en la actividad volcánica e incendios forestales, son señales de que el clima está cambiando.

El aumento del nivel del mar, la disminución de las precipitaciones que recrudecen las sequías, así como fenómenos meteorológicos extremos son algunas de las visibles consecuencias.

Abanico de efectos

El cambio climático es el conjunto de grandes y rápidas perturbaciones provocadas en el clima por el aumento de la temperatura del planeta.

Existe un gran número de factores naturales responsables de este; los más importantes incluyen los movimientos de las placas, los eventos volcánicos y las corrientes oceánicas.

Cualquier anomalía en un punto del planeta tiene sus efectos a nivel global, que se pueden sentir de forma inmediata o tardía, pero al final, todos influyen de un modo u otro en el clima.

Aunque algunos fenómenos naturales están siendo más intensos e inusuales que en el pasado, no siguen un patrón normal.

Ese incremento no forma parte del ciclo natural, sino que las emisiones causadas por el hombre modifican las concentraciones de gases en la atmósfera, y algunos de ellos afectan al clima.