La Habana, Cuba.- El sueño es una necesidad básica que no debe descuidarse, pues dormir bien y en su cantidad justa aporta muchos beneficios para la salud y el intelecto.

Hoy le invitamos a conocer algunas de las bondades de ese descanso.

Por ejemplo, dormir mantiene al corazón saludable. Los ataques a ese órgano y los infartos son más comunes durante las tempranas horas del día; este hecho puede ser explicado por la forma en la que el sueño interactúa con los vasos sanguíneos.

La falta de sueño ha sido asociada con mala presión arterial y colesterol, todos tomados en cuenta como factores de riesgo de enfermedades del corazón.

Por otra parte, estrés y dormir son casi la misma cosa, ya que ambos influyen en la salud cardiovascular.

Dormir definitivamente reduce los niveles de tensiones, y con eso habrá mejor control de la presión arterial.

Una buena noche ayudará a relajarse y al día siguiente la persona amanecerá de mejor humor.

Influencia en el intelecto

Si no se duerme lo suficiente, la persona no se concentra bien al día siguiente y tiene problemas para aprender datos.

Durante el sueño, las neuronas pueden corregir cualquier daño; sin esos reparos, dichas células cerebrales podrían no funcionar correctamente debido a la acumulación de desechos en ellas.

El cerebro está sorprendentemente ocupado mientras se duerme, pues en ese tiempo fortalece la memoria o practica las habilidades aprendidas cuando se está despierto, proceso llamado consolidación.

Si se quiere aprender algo, ya sea físico o mental, algo pasa al dormir que hace asimilarlo mejor, es decir, si se desea memorizar algo nuevo saldrá mejor después de descansar.

Además de mejorar la memoria o fortalecerla, el cerebro reorganiza los recuerdos, lo que resulta en mayor creatividad al día siguiente.

Durante el sueño se fortalecen los componentes emocionales de un recuerdo, lo que puede ayudar al proceso creativo.

Bondades para la salud

No dormir reduce la habilidad del cuerpo de regular las hormonas que controlan el apetito. Ello podría resultar en incremento de hambre y una preferencia hacia alimentos ricos en carbohidratos.

La falta de sueño disminuye la leptina, hormona que le dice al cerebro que ya no se necesita más comida, y aumenta la grelina, hormona que dispara el hambre.

Asimismo, el cuerpo produce moléculas extras de proteína mientras se duerme que fortalecen la habilidad de combatir una infección.

Esas moléculas ayudan al sistema inmunológico a curar el cuerpo en un nivel celular cuando está estresado o ha sido expuesto a elementos dañinos como contaminantes o bacterias.

El sueño impacta a muchos de los químicos en el cuerpo, incluyendo la serotonina. La deficiencia de esta puede, con más probabilidad, llevar a la depresión.

Se puede ayudar a prevenirla asegurando dormir lo suficiente cada noche, como entre 7 y 9 horas diariamente.

Sueño reparador, larga vida

La producción de hormonas se regula mientras dormimos; en los niños, la hormona del crecimiento es liberada durante el sueño profundo.

No dormir lo suficiente puede afectar el balance hormonal en personas adultas.

La reparación de los tejidos también ocurre mientras se duerme, incluyendo las correcciones al daño causado por la luz ultravioleta del Sol en la piel.

Una buena noche de sueño hará que la piel se repare a sí misma.

Por último, le contaremos que dormir alarga la vida, pues es significado de gozar de buena salud, a pesar del ritmo frenético de la vida actual.

Pero explicamos: tener pocas horas de sueño está relacionado con una expectativa de vida más corta, aunque una enfermedad también puede afectar los patrones de sueño.

En un estudio se descubrió que hubo más muertes entre las mujeres que dormían menos de cinco horas. Además, esto también puede afectar la calidad de vida.