Hace 123 años, desde Ciego de Ávila, el Mayor General Antonio Maceo escribe de su puño y letra la última carta a su entrañable hermano el General José Maceo.

Luego del encuentro con Máximo Gómez, en los potreros de Lázaro López, el Titán de Bronce redacta la misiva en la que expresa: «Llegamos a la Trocha de Júcaro a Morón con algunos disparos que nos causaron un herido leve y 4 caballos heridos».

El texto refiere también que el espíritu de la tropa es muy bueno, el enemigo parece estar acoquinado y pasamos la trocha sin menor resistencia, señala en sus Apuntes de Hoy, el historiador avileño José Martín Suárez.

En la última carta de Antonio Maceo a su hermano José se informa el nombramiento del brigadier Julián, como jefe de la brigada de Las Tunas, y se advierte la presencia en tierras avileñas de los Generales Carlos Roloff y Serafín Sánchez.

 Última carta entre hermanos

En los potreros de Lázaro López, declarado Monumento Nacional, Antonio Maceo en su última carta a su hermano José le hace saber el entusiasmo de las tropas que pasó sin mayor resistencia la trocha de Júcaro a Morón.

Fue esa la última comunicación que sostuvieron los dos próceres, pues el General José, llamado El León de Oriente, cayó en combate en la Batalla de Loma del Gato, en julio de 1896.

Cuenta la historia que cuando Antonio Maceo conoció la caída en combate de su entrañable hermano, cabalgó durante varias horas en el mayor silencio con lágrimas en los ojos, señala en sus Apuntes José Martín Suárez.

El pueblo avileño guarda con celo y amor en su memoria histórica esos acontecimientos que enaltecen a la Patria y a los hijos de Mariana Grajales Coello, la madre de todos los cubanos.