Comandante en Jefe Fidel Castro y mineros en lo profundo de las Minas de Matahambre

A propósito de celebrarse este 24 de octubre el día del trabajador geólogo- minero Radio Reloj propone una historia de vida de un hombre cuyo accionar consagrado bajo las profundidades de la tierra ha impulsado el desarrollo nacional.

Aunque no sabe porque escogió la carrera de ingeniería de minas a los 18 años, hoy después de más de medio siglo de trabajo José Casadevalle Pérez, conocido como Cheo, confiesa que ha sido una de las mejores decisiones de su vida. Luego del Triunfo de la Revolución, el Che convoca a estudiar carreras técnicas en los países socialistas. Cheo aprobó los exámenes y tras 5 años de estudios en el extranjero regresa a #Cuba para poner en práctica todo el conocimiento adquirido.

Así lo hizo en las minas de Charco Redondo, yacimientos de manganeso ubicadas en el municipio granmense de Jiguaní, y luego pasó a trabajar en las de Matahambre, su gran escuela durante 19 años.

Quienes laboraron en ese yacimiento de más de un kilometro y medio de profundidad, y más de doscientos kilómetros de túnel bajo tierra, fueron testigos del recorrido profesional de Cheo, quien transitó desde ingeniero practicante, luego principal, hasta desempeñarse durante muchos años como director general.

Singular visita bajo tierra

Raúl Castro recorre las Minas de Matahambre

Era finales de diciembre de 1971, y siendo director de las Minas de Matahambre, José Casadevalle Pérez, conocido como Cheo, tuvo una visita inesperada. A ese territorio pinareño llegó el Comandante en Jefe Fidel Castro, quien rápidamente conoció sobre las características del lugar y pidió bajarlas. Imagine usted la altura del capitalino hotel Habana libre multiplicada 11 veces, esa era la profundidad donde #Fidel y un grupo de mineros intercambiaron experiencias durante 3 horas.

Cuenta Cheo que por las características propias del lugar, en el fondo de la mina había calor y entonces #Fidel dijo: ¡qué bien vendrían unas cervezas aquí abajo! Ya en la superficie, el Comandante en Jefe preguntó a un médico cuales serían los efectos de tomarse una cerveza al salir de la mina.

Al conocer que no haría daño alguno, Fidel mandó una pipa de esa bebida, exclusivamente para los que trabajaban bajo las minas.Pero esa no sería la única visita que recibiría las Minas de Matahambre, rememora Cheo, y agrega que en marzo de 1989 el General de Ejército #RaúlCastro recorrió el yacimiento que llegó a ser la mina más profunda de América, y meses más tarde también lo haría la eterna Presidenta de la Federación de Mujeres Cubanas, Vilma Espín.

Tradición minera

Visita de Vilma Espín a las Minas de Matahambre en 1989

En más de 50 años de trabajo Cheo Casadevalle es uno de los pocos hombres que conoce todos los yacimientos y salinas de #Cuba. La peligrosidad que implica ese trabajo nunca fue motivo para abandonarlo, sino para extender su sapiensa a las nuevas generaciones.

Cuando comenzó el desarrollo de la minería en Pinar del Río, señala, había un problema y era cómo capacitar a los jóvenes de la zona para atender aquella inversión que impulsaría el desarrollo del país.

Entonces allí se hizo una facultad obrera campesina y voluntariamente Cheo fungió como director e impartía docencia. Desde 1997, luego de cerrada las Minas de Matahambre, se incorporó en varias labores en el sector, interrumpida solo por su trabajo como combatiente internacionalista en Angola.

Hoy Cheo Casadevalle se desempeña como director de proyectos e ingeniería del Grupo Empresarial Geominero-salinero GEOMINSAL, sin olvidar sus años como ingeniero en minas bajo las profundidades de la tierra, una tradición que resume como su vida.

Fotos del archivo personal de José Casadevalle