(Por Teresita Jorge) El 16 de abril de 1892, José Martí calificó a Francisco Vicente Aguilera de millonario heroico, caballero intachable, padre de la república.

Las palabras del Héroe Nacional cubano sobre el insigne patriota bayamés, escritas en el periódico patria, rinden tributo al revolucionario intachable, quien con vehemencia y fervor revolucionario proclamó: Nada tengo mientras no tenga patria.

Francisco Antonio Vicente Aguilera nació en el seno de una familia acaudalada el 23 de junio de 1821, y muy joven aún se entregó con pasión a la lucha para independizar a Cuba del yugo español.

En Nueva York, donde fue enviado para cumplir importantes tareas patrióticas, se le vio con la ropa raída, los zapatos agujereados y carente de alimentos, en medio de las bajas temperaturas que asolaban la ciudad estadounidense.

Un revolucionario ejemplar

Francisco Vicente Aguilera, viajó en 1876 de Estados Unidos hacia Cuba al frente de una expedición a bordo del vapor Charles Miller que fracasó debido a numerosos contratiempos durante la navegación.

El patriota prosiguió con tesón su labor entre los emigrados cubanos en la nación norteña, aunque no le quedaba mucho tiempo de vida. Falleció en la miseria, sin los más mínimos recursos para subsistir, víctima de un cáncer en la laringe, el 22 de febrero de 1877.

De Aguilera, ejemplo de altruismo y abnegación, afirmó el patriota Manuel Sanguily: No sé que haya vida superior a la suya, ni hombre alguno que haya depositado en los cimientos de su país y en su nación mayor suma de energía moral, más sustancia propia, más privaciones de su familia adorada, ni más afanes  ni tormentos del alma.