Al saber de la caída del Apóstol, Antonio Maceo comunicó a Máximo Gómez la honda pena que causó en sus hombres el fallecimiento de Martí. Foto: Tomada de cubahora

La Habana, Cuba.- La incorporación de Antonio Maceo a la guerra necesaria se obstaculizaba por no tener Martí los fondos que demandaba el Titán de Bronce para costear un barco que los llevara a él y a otros patriotas a Cuba desde Costa Rica.

Entonces el organizador de la contienda designó al mando de la expedición a Flor Crombet, que lo podía hacer con menos dinero.

En carta de febrero de 1895 Martí le explica a Maceo esa decisión: «Como la ida de usted y de sus compañeros es indispensable en una cáscara o en un Leviatán, y yo tengo de Flor Crombet la seguridad de que, con menos de la suma ofrecida puede tentarse con éxito la salida de los pocos que de ahí pueden ir en una embarcación propia, decido que usted y yo dejemos a Flor Crombet la responsabilidad de atender ahí a la expedición». Maceo acató esta orden y cumplió con humildad el mandato.

Victoria como respuesta

El respeto de Maceo por Martí se confirmó al concluir la reunión de La Mejorana, cuando el Titán de Bronce ordenó al comandante José Cefí Salas que protegiera con una escolta al general Gómez y a Martí en su tránsito hacia el oeste.

Un día después de la entrevista volvieron a encontrarse estos patriotas por última vez en la avanzada de las fuerzas mandadas por Maceo, ocasión que aprovechó Martí para revistar y arengar a las tropas, lo que selló la unidad entre ambos héroes.

Una semana después de la reunión en La Mejorana, Martí le escribió a Maceo que a él y a Gómez les preocupaba la poquedad de las acciones mambisas, y le ordenó: “Súbase a los estribos y haga arder los hombres a su voz”. La respuesta de Maceo fueron sus brillantes victorias en Jobito, Peralejo y Sao del Indio, en los días siguientes.

Militar ante todo

Al saber de la caída del Apóstol, Antonio Maceo comunicó a Máximo Gómez la honda pena que causó en sus hombres el fallecimiento de Martí. Y escribió: “Cuba perdió en él un patriota incansable y un hombre de inteligencia clarísima que lo llevó a alcanzar el respeto y la estimación de ilustres personalidades del mundo entero”.

Un año antes, a un detractor de Martí, el Titán de Bronce le había ripostado: “La guerra que usted hace al señor Martí es un crimen de lesa patria. Martí consagra todo su tiempo a la causa, sin otra recompensa que la censura imprudente”.

Al colocarse bajo las órdenes de un civil sin experiencia militar, Maceo demostraba lo que afirmara mucho antes: “Ante todo soy militar, y no estaré donde no puedan estar el orden y la disciplina”.

Fue un trabajo del profesor Rodolfo Antonio Hernandez Formoso,