En el caso del plural, no existen vocablos especiales para la primera persona.

La forma del pronombre personal de primera persona MÍ,  que expresa compañía, es CONMIGO; la de segunda persona TI, es CONTIGO, y la de tercera persona SÍ, es CONSIGO.

Decimos: “CONMIGO no hay aquello de que no canto bolero”; “CONTIGO aprendí a conocer un mundo lleno de ilusiones”; “Ella llevará su culpa CONSIGO para siempre”…

En el caso del plural, no existen vocablos especiales para la primera persona, y se dirá: “El que va con Cuba va con nosotros”.

Tampoco hay pronombre personal específico para la segunda persona del plural: “El problema deben discutirlo con ustedes” o “entre ustedes”. Pero el plural de la tercera persona utiliza el mismo término del singular: “Él lleva su pena consigo”, “Ellos llevan sus culpas CONSIGO”.

Conmigo mismo

El personaje humorístico de una serie televisiva acentuaba su egolatría al llamarse “MÍ MISMO” cuando hablaba CONSIGO frente a un espejo.

El adjetivo MISMO es un antiguo recurso para precisar, subrayándola aunque constituya un pleonasmo, la persona de quien se habla. Así, de igual modo que decimos “Me dije a Mí MISMO”, se dice: Hablo CONMIGO MISMO, Consúltalo CONTIGO MISMO, Se contradice CONSIGO MISMO

La expresión SÍ MISMO tiene otro significado, y se emplea en casos como los siguientes: Lo hizo por sí mismo, Sólo piensa en sí mismo, Esa conducta nace de sí mismo… Pero al citar a la tercera persona como acompañante, hay que decir: Él habla CONSIGO mismo, Ella razonaba CONSIGO misma