Por  Yasmany Herrera, de Radio Mambí

La Bandera de la Estrella Solitaria

Cuba.- Octubre remite necesariamente a pensar en la cultura nacional, esa de la que somos parte indisoluble porque la creamos día a día. Y es que tenemos que entendernos, los cubanos todos, como productores natos del sistema de valores que nos identifica.

Por ello acercamos la mirada a un debate que en la actualidad se torna peliagudo: el uso de los símbolos patrios en los más diversos ámbitos. Recordemos el año 2012, cuando tras los Juegos Olímpicos de Londres una verdadera invasión colmó este archipiélago.

Entonces llegan a nuestras mentes las oleadas de camisetas, pañuelos y objetos diversos con la bandera británica que usaron millones de cubanos. Para algunos era solo moda, para otros una alerta roja sobre el modo en que se estaba pervirtiendo la identidad nacional. Quienes las usaban esgrimían un argumento: ¿dónde está mi bandera para llevarla?

Parecida a su tiempo

La enseña nacional es un símbolo, no un bien comercializable, por ello mercantilizar nuestros estandartes sería prostituirlos. Pero en la actualidad vivimos en una verdadera guerra cultural y entonces más que nunca se hacen presente las palabras del intelectual Fernando Martínez Heredia: “los símbolos nacionales no viven por sí, viven cuando los hacen vivir”.

Y es que no está mal que en una gala uno de nuestros talentosos músicos porte una camiseta con la bandera cubana como prenda que lo identifique. Eso sí, lo inaceptable es que esté en un delantal, un mantel o el motivo de unas chancletas de baño.

Muy pronto se debatirá una ley en el Parlamento Cubano sobre el uso de los símbolos nacionales, ella debe parecerse a su tiempo.