No son pocos los oyentes que ha logrado cautivar Radio Reloj en los ya casi 70 años de transmisión ininterrumpida. Uno de los testigos del tic-tac es Frank Fernández, el pianista cubano que tantas alegrías le ha dado al país.

“Me considero un oyente de Radio Reloj, de esa emisora informativa y cultural. En mis ratos libres la aprovecho también para relajarme, porque las características peculiares de esta planta radial, crea un estado de relajación tal que el cerebro logra captar las informaciones de una manera muy rápida y con verosimilitud”, dijo el laureado maestro.

Y es que el sonido del segundero está en el tiempo de desplazamiento físico que utilizan los músicos, específicamente en lo que llaman Negra=60.

Un músico búlgaro-norteamericano realizó un estudio utilizando ese mismo sonido constante de fondo y superponiendo otras músicas. El resultado en las personas con las que trabajaba fue increíble, pues lograba inducirlos en el llamado Estado Alfa, con el objetivo de abrir las capacidades del cerebro para asimilar conocimientos a una velocidad inigualable.

“Puede ser que por este motivo, quizás, Reloj sea una de las emisoras más escuchadas en Cuba, por este valor agregado de cautivar a los que la sintonizan”, argumentó el pianista.

Frank Fernández se declara seguidor de uno de los espacios estelares de Reloj, la Revista Semanal, pues se identifica más con el tipo de contenidos que se transmiten durante la programación del domingo.

Cultura y deporte: un binomio perfecto

Pero no solo de la emisora de la hora y las noticias habló el compositor cubano, sino también de otra pasión que ha cautivado su vida., el deporte cubano y universal. Para él no puede existir divorcio entre la cultura y el deporte pues define ambas manifestaciones como: cultura artística y cultura deportiva, “dos grandes ramas de la gran cultura de la Humanidad”.

Existen pocas cosas fuera de la música que logren cautivar la atención del pianista. Solo el cine y el deporte pueden acoger su atención y en ese sentido confiesa entre risas que “cuando veo una competencia deportiva, lo primero que hago es identificarme con un competidor o con un equipo. Tengo alma de guerrero, y reconozco que soy competitivo”.

“Cuando Cuba está compitiendo en arenas internacionales, la emoción de sus triunfos me satisface. Muchas competencias me han humedecido los ojos. Uno de los momentos que más me han marcado fue cuando Ana Fidelia Quirot obtuvo la medalla de plata en los Centroamericanos de Puerto Rico en 1993. Me emocionó mucho la demostración de aquella corredora reincorporada después de un terrible accidente. Obtuvo plata, pero para mí fue uno de los mejores títulos ganados, porque esa carrera fue un ejemplo de superación personal”.

Cuenta Frank Fernández, que aún con lágrimas en los ojos de alegría, de admiración y de respeto, llamó a Humberto Rodríguez, que en el aquel momento era presidente del INDER y le pidió ayuda para realizar un concierto homenaje a Ana Fidelia. Y se hizo, en el Memorial José Martí.

“Mireya Luis es otra de mis admiraciones del deporte cubano. Cuanto disfruté de aquellos remates, de aquella actuación galáctica de las Morenas del Caribe. Su agigantamiento en el juego, su fuerza germinal, su entusiasmo con el equipo”.

“Ver saltar a Javier Sotomayor en sus dos récords invictos. El triunfo de Juantorena, son cosas que no se olvidan jamás.  Es como si me transmutaran el poder de la victoria en cada triunfo, porque un músico también tiene una vida de sacrificios para llegar a ocupar un podio”.

Frank Fernández consideró que la cultura artística debería copiar las buenas prácticas del deporte, y cuando haya un evento artístico cantar el himno nacional, esa agradable pieza musical que nos identifica como cubanos.

“Como también nos identifica Radio Reloj, porque cunando un cubano sale de su país, extraña los detalles más mínimos, y entre esos está Reloj”, confesó Frank.