Para Omayda Alonso no hay otro medio de prensa que no sea Radio Reloj. Llegó a la emisora a finales de la década de los 80, recién graduada de Periodismo, y, desde entonces, ha convertido en su otra casa al piso 8 del Instituto Cubano de Radio y Televisión.

Aunque es una mujer de voz fuerte, su tono se suaviza cuando recuerda sus primeros pasos en la emisora: “por azar de la vida fui ubicada aquí y ha sido lo más lindo que me ha sucedido en mi vida profesional. Crecí y aprendí junto a muchos profesores del periodismo, he disfrutado cada cobertura, cada noticia, y en especial el enjambre que se crea en la redacción central, cuando llega la voz de atención: Radio Reloj Reportando”.

Sus mañanas comienzan con un recorrido por la emisora, saluda a cada trabajador y desde el cristal de afuera de la cabina envía su cariño a los locutores. Habla con los periodistas, va hasta el departamento de reporteros, pregunta, se fija en todos los detalles, opina y luego, en silencio, se dirige a su oficina.

Cuando habla de Radio Reloj, su directora por más de 10 años no logra ocultar su emoción, y comienza a decir, como una madre orgullosa, los logros alcanzados durante los 70 años de vida de la emisora.

Entonces sus ojos toman un brillo diferente cuando comenta que la Reloj, escuela de periodistas y locutores, ha mantenido su condición de Vanguardia Nacional por 30 años consecutivos y ostenta otras distinciones, que son resultado del trabajo de todo el colectivo.

Radio Reloj en su 70 cumpleaños se rejuvenece, y en la era digital tiene el gran reto de continuar en la preferencia de los cubanos afirma, y agradece el respaldo de muchos compañeros y asegura que el futuro de la emisora pertenece a los jóvenes y a los que siguen haciendo historia desde su experiencia.

Redactora, reportera, jefe de equipo, directora, Omayda ha transitado por todos los caminos de la planta sin dejar su olfato para las informaciones y el sentido de inmediatez que Reloj brinda y es que, para ella, “un buen periodista indaga, vibra y siente la noticia; no pierde un segundo para ubicarla en el boletín y transmitirla, y eso es inmediatez”, y reconoce que ese espíritu se transmite a los recién llegados.

Omayda Alonso aparenta fragilidad, pero es pura firmeza y aunque la vida la ha puesto a prueba en varias ocasiones, confiesa que ha sentido de todos en la emisora solidaridad, cariño y respeto hacia su situación de salud, lo que unido al amor y la preocupación de la familia, la ha fortalecido.

Son pocas las veces que está sentada tranquila en su oficina, pero cuando uno la ve ahí resulta inevitable formularse la misma pregunta que a cada rato ella suele hacer ¿qué estará pensando esa cabecita ahora?

Treinta años de su vida le ha dedicado Omayda Alonso a Radio Reloj y si de algo está convencida es de que vive el recuerdo de quienes impregnaron como estilo de trabajo la solidaridad, la transmisión de conocimientos de generación en generación, y la dedicación por una emisora que enamora