Proyecto comunitario Carsueños

Aquejada de una malformación congénita, la camagüeyana Tania Ferrer Isolis desafía las limitaciones que le impuso la vida  privarla de sus manos, y es una de las más activas en el proyecto comunitario Carsueños, para confección de muñecas de trapo.

Ella considera que su incorporación al colectivo de mujeres creadoras, es un reto vencido en su vida, donde llegó sin saber hacer la mayoría de las cosas, como coser, diseñar el vestuario de las muñecas que hacen y pensó se le haría muy  difícil lograrlo.

En su caso, dice, se pudo integrar bien, no hubo nunca diferencia por su condición, siempre se sintió una más del grupo, algo importante y por la unidad y el cariño que allí se disfruta a diario

El proyecto Carsueños acogió con amor a Tania y le brinda  la oportunidad de desarrollarse, para ello la directora Carmen Soto, la enseñó en la máquina de coser y lo primero que hizo fue practicar en los pedales.

El sentirse útil

La camagüeyana Tania Ferrer precisa que no puede decir que es una costurera, pero fue  aprendiendo a coser, a cortar, y agrega, a veces no sé cómo logró hacer las cosas que hago

A personas con discapacidad física, el mensaje es que no se detengan ante cualquier impedimento o enfermedad; siempre que se pueda, hay que hacer lo que les guste y que al mismo tiempo les haga sentir completamente realizados.

Aprendió que todos los días hay que crecerse, ella escribe con las manos juntas, por ello su consejo es que no se detengan, que a lo que se enfrente,  por muy difícil que sea, lo traten de vencer siempre con sus esfuerzos

A sus 40 años, no permite la llamen discapacitada, porque opina que esa pablara frena sus capacidades de desarrollo personal y aún con limitaciones,  la camagüeyana Tania Ferrer se impone a la vida todos los días para realizar sus sueños.