Por: Amarilys Pérez Cué

Cualquier recorrido por ese pedazo de historia viva que es La Habana Vieja, no sería completo sin la visita a un sorprendente edificio de sólida construcción, bellamente trabajado y de marcada influencia neoclásica.

Está ubicado de cara a la entrada de la Bahía de La Habana, en la convergencia de la Avenida de las Misiones y la calle Refugio.

Se trata del antiguo Palacio Presidencial, y tales funciones cumplía cuando fue atacado por un comando revolucionario el 13 de Marzo de 1957 con el propósito de hacer justicia.

La presencia hoy de primeros magistrados en sus amplios salones es parte ya de la historia de Cuba. Convertido en Museo de la Revolución, en sus salas se exhibe una apretada síntesis de nuestras gestas libertadoras.

Una visita imprescindible

En el Museo de la Revolución podemos apreciar testimonios, documentos, armas, fotografías y mapas, que brindan una panorámica de las principales acciones y batallas que los cubanos han protagonizado.

Desde las luchas por la independencia nacional en el siglo XIX, hasta la conquista de la definitiva libertad en enero de 1959 encuentran su espacio allí.

Con todo, una de sus muestras más conmovedoras es el Memorial Granma, ubicado en las áreas expositivas exteriores.

En ese lugar está expuesto el yate Granma, histórica embarcación que transportó desde México a los revolucionarios comandados por Fidel, para iniciar la última y definitiva etapa de nuestras gestas libertadoras.