Los familiares reciben apoyo en un momento tan duro y díficil

A marcha forzada trabajan cinco equipos en el Instituto de Medicina Legal, en la capital cubana, para lograr la identificación de todas las víctimas del accidente del fatídico vuelo La Habana-Holguín.

Es un proceso complejo en el que intervienen tres decenas de especialistas que se alternan durante  24 horas.

No es poco lo que han hecho al identificar a 33 víctimas, si se tiene en cuenta que además en menos de un día se recuperaron todos los restos a pesar de las malas condiciones del clima en el lugar del siniestro.

Como siempre sucede, el aporte de los familiares ha sido decisivo al entregar muestras de ADN, fotos y otras informaciones sobre señas personales relevantes como lunares, cicatrices y prótesis óseas o dentales. Es una labor casi detectivesca, pero sustentada en un alto rigor científico para evitar errores o confusiones.

La cara de la muerte

En medio de la vorágine, los especialistas del Instituto de Medicina Legal mantienen un trato exquisito con los familiares de las víctimas.

Son profesionales acostumbrados a tratar con la muerte, la parte más fea de la vida, y saben que no todos reaccionamos igual ante la pérdida de un familiar.

Ahora los dolientes reciben apoyo sicológico y moral, además de toda la información pertinente sobre el suceso.

Por eso, la anciana Amalaia Santiesteban, quien perdió a un sobrino, asegura que Cuba es una familia grande y así subraya la buena atención recibida desde que llegaron de Holguín.

En medio del dolor y la consternación hay que entender que el proceso de reconocimiento de las víctimas es lento y trabajoso, pero que los especialistas de Medicina Legal trabajan duro porque saben que ellos son los encargados de ponerle rostro a la tragedia.

El dolor hoy embarga a toda Cuba

El dolor lacera el alma de los familiares

Escenas muy duras se viven en el Instituto de Medicina Legal